LAS 50 ESTRELLAS DE LA BOLSA
En los últimos seis años, en Inversionista hemos presentado Las 50 estrellas de la Bolsa, un informe con las empresas de mayor valor de mercado de la Bolsa Mexicana de Valores. El valor de mercado de una empresa se obtiene al multiplicar el último precio conocido de sus acciones por el número de éstas en circulación.
Una empresa con un valor de mercado elevado no implica, por ello, que sus acciones sean altamente bursátiles; es decir, un inversionista no siempre las puede comprar (porque desea incluirlas en su portafolio de inversión) y vender (cuando haya cumplido su objetivo de rentabilidad) fácilmente. Tampoco quiere decir que sus acciones sean las más rentables del mercado accionario.
Expectativas del mercado accionario
¿Es tiempo de invertir en acciones después de que el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ha tenido importantes ganancias durante cuatro años consecutivos?
De 2003 a 2006 el IPC acumulo una ganancia de más de 200%. Sin embargo, todavía es tiempo de invertir en acciones. De acuerdo con los analistas, 2006 fue un buen año para las emisoras en términos de crecimiento en ventas y utilidades, y todo apunta a que en 2007 y 2008 las cosas seguirán siendo positivas. Hay que recordar que el valor de las acciones de una empresa tiene un firme sustento en su capacidad de generar utilidades y mantener su ritmo de crecimiento en el tiempo.
Aun cuando la Bolsa es intrínsecamente la mejor opción para invertir en el largo plazo, eso no significa que no se pueda ganar –y muy bien- en el corto y mediano plazos. Para lograr esto último, sin incurrir en elevados niveles de riesgo, se necesita contar con una amplia cultura financiera y darle seguimiento diario al mercado accionario. También esta la opción de invertir en acciones a través de las sociedades de inversión de renta variable.
La Bolsa Mexicana de Valores es una institución que pone al alcance de las empresas el dinero de los inversionistas.
Esto sucede cuando las empresas realiza una Oferta Pública Inicial (IPO por sus siglas en inglés) y, en este sentido, cumple con su papel de promover el crecimiento y el desarrollo de la economía al facilitar el flujo de dinero de los inversionistas a las entidades productoras de bienes y servicios, sean empresas privadas o gobiernos en todos los niveles (municipal, estatal y federal).
Las empresas que se listan en la Bolsa demandan financiamiento para obtener liquidez inmediata o concretar proyectos de expansión. Para ello, deben transparentar, profesionalizar y hacer pública su situación financiera.
En la BMV se compran y venden las acciones de 134 emisoras (algunas con más de una serie accionaria), dedicadas a la industria, el comercio y los servicios. De éstas, sólo 34 son de alta bursatilidad (este término, denota la facilidad con que puedes comprarlas y venderlas cuando así lo quieras).
El que una acción sea de alta bursatilidad significa que siempre vas a encontrar uno o más inversionistas que estén dispuestos a asumir la contraparte de la operación que quieres hacer (comprar o vender) a través de un promotor de cualquiera de las 37 casas de bolsa autorizadas para operar valores en México, previa apertura de un contrato de inversión.
Para comprar y vender acciones de forma directa se requiere un monto de inversión inicial elevado, fuera del alcance del pequeño y mediano inversionista; sin embargo, existen otras opciones como las sociedades de inversión de renta variable, las inversiones en línea o las siefores, que facilitan la participación de inversionistas más pequeños en este mercado que, erróneamente, se ha considerado elitista.
El mercado accionario puede ser hartamente rentable para quien venza el miedo y se trace objetivos de rentabilidad de mediano y largo plazo. En el corto plazo también puede ser una mina de oro, pero sólo si eres un experto en el mercado accionario con la capacidad de convertirte en un especulador y así obtener altas tasas de rentabilidad en muy poco tiempo.
Invertir en acciones conlleva una serie de factores que deben ser tomados en cuenta para evitar sorpresas que pueden ser desagradables:
Acceso a información confidencial. En aras de proteger los intereses de los pequeños y medianos inversionistas, las emisoras tienen prohibido hacer uso de información confidencial para el beneficio de unos cuantos o para encubrir cualquier tipo de fraude contable.
Alta volatilidad. El precio de las acciones puede subir o bajar, en grandes proporciones, en periodos muy cortos de tiempo. Aun entre las acciones hay diferencias en cuanto a la volatilidad, la cual se mide con un indicador denominado Beta (refleja cómo varía la acción ante cambios el IPC).
El riesgo es alto. Quien invierte en la Bolsa debe tener un alto nivel de tolerancia al riesgo y revisar el comportamiento de su acción, aun cuando su horizonte de inversión sea de largo plazo.
Los montos de inversión inicial directa son muy elevados.
Las Comisiones de compra y venta de acciones son elevadas. Además destaca la poca ética de algunos asesores, cuyo único interés radica en que los inversionistas realicen el mayor número de operaciones para cobrar su comisión.
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